Cómo entender la pérdida
Es un cliché pero cierto: la pérdida es parte de la vida. Ya sea que se trate de la transición de una cuna a una “cama para niños grandes” o de experimentar la muerte de un ser querido, las personas de todas las edades se enfrentan regularmente a la pérdida y el duelo.
¿Qué es la pérdida?
La pérdida es la experiencia de ser privado de algo valioso o significativo, ya sea una persona, una posesión, una oportunidad o incluso un aspecto de uno mismo.
¿Qué es el duelo?
El duelo es una respuesta normal y saludable a la pérdida.
El duelo de los niños por edad
Los niños y adolescentes viven el duelo de manera diferente a los adultos. Las manifestaciones de su experiencia de duelo cambian con el tiempo en función de las etapas de desarrollo.
Los niños necesitan ver a adultos de confianza experimentar el duelo y la pérdida
Como adultos, a menudo estamos condicionados a reprimir o restar importancia a nuestros propios grandes sentimientos, y los jóvenes en nuestras vidas lo notan. Al tratar de “ser fuertes” y actuar como si nada nos afectara, podemos comunicar inadvertidamente a los niños que sus sentimientos deben ser ignorados. Cuando ignoramos nuestras propias emociones, se vuelve casi imposible responder a los demás con empatía y compasión.
El duelo no tiene cronología
Muchos de nosotros tenemos ideas preconcebidas sobre cuánto tiempo debería tomarle a alguien “superar” una pérdida. La realidad es que no “superamos” la pérdida; aprendemos a integrarla. Comprender esto es fundamental para apoyar a un niño, adolescente o adulto que está atravesando una pérdida de cualquier tipo.
En este video del sitio web Grief Sucks, Lorenzo, de quince años, habla sobre sentir el dolor de la pérdida muchos años después de la muerte de su padre.
No hay una cronología para el duelo. La pérdida no tiene que ser reciente para que afecte al niño o adolescente. Si hay un evento en la escuela donde los papás son invitados y la figura paterna del niño ha estado muerta o encarcelada durante varios años, su dolor puede activarse y manifestarse en su comportamiento.