Mantener la conexión

Es fácil que una persona que experimenta una pérdida se sienta aislada y sola. Incluso si es incómodo, hacer esfuerzos para ayudar a la persona a sentirse incluida, vista y escuchada puede marcar una gran diferencia en su experiencia de pérdida.

La inclusión social es importante

“Los seres humanos somos animales sociales, y hemos sido seleccionados por la evolución para vivir junto con los demás. La exclusión social nos dice que las relaciones sociales están amenazadas o dañadas, y por lo tanto, la exclusión nos dice que si se provocan sentimientos aversivos, hay una crisis.” – Frontiers for Young Minds

Sin saberlo, podemos contribuir a este sentimiento a través de lo que decimos o hacemos, y de lo que no decimos o hacemos. Esto a menudo se debe a un sentimiento de miedo o incomodidad. El deseo de evitar el dolor es un instinto humano natural. Cuando estamos cerca de personas que están pasando por un momento difícil, puede recordarnos que suceden cosas malas. Esto puede llevarnos a distanciarnos inconscientemente de la fuente del recordatorio, a menudo la misma persona a la que estamos tratando de apoyar.

Desafortunadamente, la experiencia de Megan es la regla y no la excepción para la mayoría de las personas que atraviesan la pérdida. La pérdida puede diferenciar a los niños y adolescentes de sus compañeros. En el mejor de los casos, el aislamiento social que puede acompañar a la pérdida puede hacer que los niños y adolescentes se sientan aislados y excluidos. En el peor de los casos, pueden ser objeto de acoso. A veces, este comportamiento se debe a los celos si el niño que experimenta la pérdida está recibiendo atención adicional. A menudo, proviene del miedo; tendemos a temer lo que no entendemos o lo que percibimos como diferente a nosotros.

Superar los miedos

Miedo al contagio

Puede parecer extraño pensar que los eventos de la vida como la muerte, el divorcio o el encarcelamiento son "contagiosos pero muchos de nosotros operamos desde una creencia inconsciente de que al asociarnos con alguien que está experimentando tal dificultad, es más probable que la experimentemos nosotros mismos.

Supongamos que usted es el líder de un programa extraescolar y el hermano de uno de los niños de su grupo murió recientemente en un accidente. Se da cuenta de que el otro miembro del programa que solía interactuar regularmente con el niño en duelo ahora mantiene su distancia. Si mantuviera una conversación con ellos, podría descubrir que albergan el temor de que su hermano también pueda morir y evitar a su amigo afligido los ayuda a sentirse seguros. Puede que no sea racional, pero es una reacción común.

Miedo al fracaso

Otra razón común basada en el miedo por la que nos distanciamos de las personas que experimentan una pérdida es porque tenemos miedo de decir o hacer algo incorrecto. La forma más sencilla de afrontar este miedo es ser honesto. Está bien admitir que no está seguro de qué decir o hacer. De hecho, tiende a ser mucho mejor que tratar de actuar como si tuviera todas las respuestas.

Miedo basado en suposiciones

A veces, hacemos suposiciones sobre la persona que está experimentando una pérdida. Podríamos asumir que quieren que los dejen en paz y tememos que los hagamos sentir incómodos si intentamos incluirlos. O podríamos pensar que invitarlos a una actividad "normal" hace que parezca que no nos importa por lo que están pasando. Una vez más, la transparencia es clave. Está bien reconocer su situación y al mismo tiempo asegurarles que son bienvenidos.

A medida que trabajamos con los jóvenes en nuestras vidas y los alentamos a apoyar a sus compañeros, debemos prestar mucha atención a las señales de que el niño o adolescente que experimenta una pérdida está siendo excluido o es objeto de un comportamiento abusivo. Prácticamente cualquier tipo de pérdida puede hacer que un niño o adolescente sea más vulnerable a ser "otro.”

Siga haciéndolo

Cuando alguien está procesando los grandes sentimientos relacionados con la pérdida, sus necesidades y deseos a menudo cambiarán con el tiempo. Si se ha esforzado por tener comportamientos acogedores y la persona le ha pedido espacio, trate de seguir haciéndolo. Tal vez no quiera responder a un mensaje de texto o unirse a usted en una actividad esta semana porque se siente abrumado, pero la próxima semana podría estar anhelando la conexión.

Comparta lo que sabe

Usted puede ayudar a marcar la diferencia aprendiendo a guiar a los niños y adolescentes para que den la bienvenida a sus compañeros en duelo en lugar de excluirlos.